Se trata de una especie increíblemente voraz que aceptará de buena gana todo lo que le demos, desde grillos, langostas, cucarachas hasta pinkis. En sus estadios iniciales podemos alimentarla diariamente con presas que deben ser de menor tamaño que ella aunque son muy valientes y también se atreverán con presas igual e incluso más grandes que ellas mismas. Con una alimentación diaria y con una temperatura promedio de 28ºC, es posible que esta especie mude una vez al mes. Debemos detener cuidado de sobrealimentarla en exceso ya que un tamaño excesivo del abdomen podría traer problemas en la muda, caídas o con el roce del sustrato. si notamos que no muestra interés en las presas, suele ser claro indicativo de que mudata pronto. Al parecer es común que en algunos ejemplares adultos se pierda el apetito durante una temporada y nos confunda un poco, pero por lo general suele vover a retomar pronto su caza.